Se trata de una serie de problemas relacionados con el autocontrol tanto del comportamiento como de las emociones, que acaban originando al paciente conflictos importantes, enfrentamientos, agresiones, problemas legales o pérdida de la libertad.
¿Realmente están aumentando los niños problemáticos?
Es una pregunta frecuente. Actualmente está cambiando el funcionamiento familiar donde normas y convivencia están siendo sustituidos por electrónica e individualidad. No es normal que niños pequeños tengan todo tipo de móviles, tabletas o un televisor solo para ellos en su habitación. El juego en grupo real ha sido sustituido por el virtual. Están en una actividad frenética e imparable, sin espacio para la imaginación, fantasía o simplemente perder el tiempo. La inmediatez en conseguir regalos está haciendo niños exigentes e intolerantes al mínimo “no” por parte de los padres y/o educadores.
Por otra parte, ahora se diagnostican problemas como el famoso Trastorno por déficit de atención que antes pasaba desapercibido. De ahí que actualmente se tenga la percepción que nuestros niños tienen más problemas.
¿Cuáles son los más comunes en la edad infantil y en la adolescencia?
El trastorno explosivo intermitente y negativista desafiante son más característicos de los niños.
En la adolescencia el más típico es el trastorno de conducta donde no se respetan los derechos básicos de las personas, sus propiedades o las leyes.
¿Cuáles son las causas?
Como siempre una crianza descuidada, negligente, con normas erráticas pueden favorecerlos. Además, las familias que niegan la importancia de agredir a otros, dañarles, engañarles, robarles, además de relativizar la culpa pueden crear la falsa sensación de impunidad total.
¿Qué parte del cerebro controla los impulsos?
Aunque se han observado afectación de distintas áreas cerebrales, principalmente están alteradas las conexiones límbico-frontotemporales donde intervienen tanto la amígdala como la parte media del córtex prefrontal. La amígdala está localizada en la parte interna del cerebro mientras que el córtex está detrás de la frente.
¿Cuáles son los trastornos destructivos?
La piromanía puede ser muy destructiva puesto que puede quemar importantes propiedades. Sin embargo, los trastornos de conducta son mucho más frecuentes y puede haber agresión a personas o animales, destrucción de la propiedad, engaño o robo e incumplimiento grave de las normas sociales por todos consensuadas.
¿Qué consecuencias trae?
El propio individuo acabará recibiendo un rechazo de su entorno con problemas de adaptación, drogadicción, embarazos no deseados, problemas con la ley, la cárcel o incluso la muerte prematura. Para la sociedad lo más grave son las agresiones, violaciones e incluso muerte de personas que pueden ser totalmente inocentes.
¿Cómo actuar con un niño con trastorno de la conducta?
Disponemos de diversos medicamentos que pueden mejorar la situación. Es muy importante que el niño no acabe consumiendo drogas. Lo básico y a menudo más difícil son normas claras mantenidas durante años en la propia casa y que haya consecuencias en caso de que se las salte. Los regalos no pueden ser previos al buen comportamiento.
¿Cómo se cura?
Difícil cuestión porque el individuo suele ocultar la importancia de sus actos y relativizar las consecuencias que los mismos tienen para otras personas y/o sus propiedades. Es verdad que la intensidad y frecuencia suele disminuir a medida que se cumplen años y es menor en la edad adulta.
¿En qué consiste un programa de modificación de conducta?
El mensaje que se pretende que el niño incorpore es que las cosas se hacen bien “o si” “o si”. Es un sistema estructurado y rígido donde a nivel externo están muy claras las normas de funcionamiento y lo que se pretende es que estas normas acaben incorporándolas el paciente a nivel interno creando una estructura más adaptada al funcionamiento social del momento.
¿Según DSM-V cuáles son los trastornos de control de impulsos y conducta?
El trastorno negativista desafiante que es típico de niños al igual que el trastorno explosivo intermitente. Más grave es el trastorno de conducta. También se incluye la piromanía que es la provocación intencionada de incendios. Cleptomanía que es el impulso irrefrenable por robos y otros.